Cómo quieres que te quiera
si el que quiero que me quiera
no me quiere como quiero.
No me quiere como yo.
No me quiere como yo.
¡Ay qué paciencia!
¡Ay qué paciencia la mía!
¡No me digas que no!
¡Ya no me creo tus mentiras!
¡No me digas que no!
Cómo quieres que te quiera,
si he perdido la cabeza
y recupero la razón cuando me besa.
Cómo quieres que te quiera
si me siento una muñeca
que manejan a su antojo y no se queja.
¡Ay qué paciencia!
¡Ay qué paciencia la mía!
¡No me digas que no!
¡Ya no me creo tus mentiras!
¡No me digas que no!
Cómo quieres que comprenda lo que esconde mi cabeza,
si en la tuya se perdieron mis ideas...
Cómo quieres que yo sepa lo que sientes y lamentas
si cuando hay que dar la cara te ausentas.
¡Ay qué paciencia!
¡Ay qué paciencia la mía!
¡No me digas que no!
¡Ya no me creo tus mentiras!
¡No me digas que no!
si el que quiero que me quiera
no me quiere como quiero.
No me quiere como yo.
No me quiere como yo.
¡Ay qué paciencia!
¡Ay qué paciencia la mía!
¡No me digas que no!
¡Ya no me creo tus mentiras!
¡No me digas que no!
Cómo quieres que te quiera,
si he perdido la cabeza
y recupero la razón cuando me besa.
Cómo quieres que te quiera
si me siento una muñeca
que manejan a su antojo y no se queja.
¡Ay qué paciencia!
¡Ay qué paciencia la mía!
¡No me digas que no!
¡Ya no me creo tus mentiras!
¡No me digas que no!
Cómo quieres que comprenda lo que esconde mi cabeza,
si en la tuya se perdieron mis ideas...
Cómo quieres que yo sepa lo que sientes y lamentas
si cuando hay que dar la cara te ausentas.
¡Ay qué paciencia!
¡Ay qué paciencia la mía!
¡No me digas que no!
¡Ya no me creo tus mentiras!
¡No me digas que no!