Me siento rey
de los pájaros cantores.
Tras de la reja
no paro de cantar.
Yo soy feliz,
porque no sé de rencores,
aunque he perdío
mi plena libertad.
Nada me importa la pena
ni lo que diga la gente.
He de llevar mi condena
como los hombres valientes.
Estribillo:
Por un beso que le dí en el puerto
a una dama que no conocía.
Por un beso que le dí en el puerto,
han querido matar mi alegría.
Por un beso que le dí en el puerto
me encuentro metío en esta prisión.
Si lo llegan a saber mis huesos
le lleno de besos hasta el corazón.
Pidiendo estoy
que me saquen de la trena,
porque del puerto
jamás me apartaré.
Requiebraré
a española y a extranjera
y si me dejan,
también las besaré.
Porque los hombres de España
somos así de galantes,
y aunque nos partan el alma,
siempre nos ríe el semblante.
Estribillo.
Si lo llegan a saber mis huesos
le lleno de besos hasta el corazón.
de los pájaros cantores.
Tras de la reja
no paro de cantar.
Yo soy feliz,
porque no sé de rencores,
aunque he perdío
mi plena libertad.
Nada me importa la pena
ni lo que diga la gente.
He de llevar mi condena
como los hombres valientes.
Estribillo:
Por un beso que le dí en el puerto
a una dama que no conocía.
Por un beso que le dí en el puerto,
han querido matar mi alegría.
Por un beso que le dí en el puerto
me encuentro metío en esta prisión.
Si lo llegan a saber mis huesos
le lleno de besos hasta el corazón.
Pidiendo estoy
que me saquen de la trena,
porque del puerto
jamás me apartaré.
Requiebraré
a española y a extranjera
y si me dejan,
también las besaré.
Porque los hombres de España
somos así de galantes,
y aunque nos partan el alma,
siempre nos ríe el semblante.
Estribillo.
Si lo llegan a saber mis huesos
le lleno de besos hasta el corazón.